10 junio 2010

Tertulia en el canal Fem

Siempre que me dicen para charlar acerca de los cuentos termino contando alguno, porque no puedo evitar recordar toda esa magia llena de héroes que tienen que crecer como personas y luchar por lo que creen o reyes que se cansaron de ser tiranos y empezaron a descubrir la palabra humildad. Sin embargo, si hay que hablar de la psicología de los cuentos y su repercusión en los niños prefiero empezar directo al grano.

Muchos padres tratan de incentivar la lectura a sus hijos, pero son ellos poco o nada consecuentes con sus palabras, pues son sus mismos hijos quienes jamás los ven leer, entonces cómo cultivar en ellos el arte de la lectura, sino son los mismos padres quienes leen. Por otro lado, está el dilema de qué historias contar a los hijos y cuales no. Ahi la narración oral de cuentos tiene un gran punto a su favor, ya que te permite contar la historia, acentuando los aspectos que creemos son de gran utilidad para el desarrollo de los niños o sustituyendo algunas palabras por otras, que no creamos muy convenientes.

Asimismo, la narración oral de cuentos te permite obtener otra canal de comunicación, debido a que la comunicación no verbal es mucho más asimilable para las personas, y te permite generar un contexto mucho más calido y más propicio para compartir sueños, emociones, miedos, etc.
Los padres de hoy en día, y bueno las personas en general, deben atreverse a contar y a dejar que la imaginación del interlocutor vuele, al fin y al cabo es una de las activades más propias del ser humano el dejar libre a su imaginación, donde nadie puede decir : " No el bosque no era así era asá" , porque en la narración oral cada uno es dueño de su propia imaginación y de su propia historia. Una vez que decidan contar, se retomará esa ancestral costumbre del cultivar el arte de compartir historias, miedos, el día a día y la vida en general.