06 diciembre 2009

Cuentos en la plazuela de la UPC




La primera vez que conté en la UPC sentí lo que todas personas sentimos cuando estamos en casa : confianza, calidad humana y miradas acogedoras. Alrededor del mil personas de todas las carreras, incluída la mía psícología, se dejaron llevar por una historia popular que tiene quizá tantos miles de miles de años como miradas ese día.

Esa tarde la universidad estuvo rodeada de todo tipo de actividades, cantos, música, baile, entre otras. Creo que esa situación influyó mucho a la predisposición de la gente a dejarse llevar por el arte y, una vez más, hacer a un lado las preocupaciones, las clases, los profesores renegones (también los buenos) y poder ponerse en contacto con el niño (a) que llevamos dentro.

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